No soy de piedra, no. Pronto siento los resultados del espectáculo, pues aquel cuerpazo tan armonioso, aquellas, tatas, aquel trasero, aquellas piernas, me han provocado otra clase de calor y excitación.
Cuando terminaba, disimule haciéndome el dormido…. Pero pude verla salir envuelta en una toalla blanca….
- Es tu turno Leo…. El agua esta divina.
Divina eres tú, hubiera contestado, pero me levante con dificultad, para no delatar mi erección, que me había puesto al palo, y que la había estado espiando.
- Es mi turno, si…. Y tú puedes elegir de que lado de la cama dormirás.
Entre al baño asegurándome cerrar la puerta espejada, pero no bien estaba bajo la ducha, la muy terca cedió a sus instintos abriéndose lentamente.
Tenía aun la verga bastante dura, por lo que me hizo girar hacia la pared, mirando disimuladamente para ver si ella me espiaba…… y si….me espiaba, sin dudas me estaba espiando.
Pensé en gritarle algo, pero me contuve, mas en lo que no me contuve, fue en girar enjabonándome el rabo como para que sintiera vergüenza de estar mirando lo que no debía. Fui rápido en la ducha, saliendo envuelto en la única toalla que quedaba.
Me senté en la cama, mientras ella estaba haciendo zapping en el viejo televisor de aquella sencilla piecita.
Seque mis pies, y busque mi calzoncillo….
- dime, dijo Lorena….. Tu me espiaste en la ducha?
- Esteeee, que dices, como puedes decir eso?
- Es que primero vi que tenias el pito parado y después me di cuenta que desde la cama el espejo te permitió verme desnuda bañándome.
- Y tu como sabes que tenia el pito parado?
- Porque yo también te estuve espiando…. O acaso no tengo derecho?
- No te molestes, mire un poquito…. Pero no me arrepiento….pero tampoco voy a pedir perdón…. Ya esta….. voy a descansar así que no pongas la TV muy fuerte.
- Sos de lo peor, dijo…. Girando para el otro lado.
Yo me volteé, pero estaba ahora súper excitado….. El aroma del perfume que se había puesto Lorena hacia ahora su parte, atrayendo mis pensamientos a su maravilloso cuerpo.
No habían pasado ni cinco minutos, cuando apago el TV, dejando la pieza casi en penumbras. Penumbras que no mitigaron mi estado de deseo, menos aun cuando sentí que su cuerpo rozaba el mío.
Debería haberme puesto un piyama, pensé, pero el calor es indudablemente intenso.
- Sabes, creo que te gusto lo que vistes, porque se te puso durita.
- Pues tu sabes bien, que tiene que haberme gustado, ya que estas como una frutita bien a punto.
- A mi también me gusto ver tu cosa durita, parece rica.
Me desarmó totalmente, me nublo las imágenes de mis pensamientos, hizo trizas mi razonamiento, y quede petrificado.