- Pártela en dos negrito. Dale lo que está esperando.
Evidentemente, Juancho no había perdido el sentido del humor ya que al decirme eso estaba aprobando lo que hacíamos.
Mientras yo tomaba fuertemente de las caderas a su mujer, esta apretaba mi humanidad contra sus nalgas ofrecidas.
Mercedes estaba recontra buena, y no me iba yo a perderme ese festín. Así que afirme mis rodillas en el borde de la cama matrimonial de los dueños de casa y ensarte desde atrás a la bella mujer. Se la metí suave pero firme, sin darle tiempo a arrepentimientos o a esquives de ultima hora, llegando mi miembro hasta las entrañas calientes de aquella concha abierta para mi.
Ella suspiro fuerte tomando aire profundamente en un jadeo de placer. El la miro complaciente con una mueca de aprobación y festejo, ella le devolvió la mirada con cara lasciva y morbosa sensualidad.
Cuando Yamila me llamo y me explico que no era para fijar una cita con su matrimonio, sino, para preguntarme si estaba dispuesto a iniciar una pareja amiga en un trío, dude un poco pero acepte porque me pueden las ganas de tener sexo.
Yamila me había “pintado” como un morocho con buen miembro, respetuoso, afable y amante del buen sexo. Quizás me vendió bien, aunque yo me considero una persona normal. Con ellos tenemos encuentros cada dos o tres meses, y fueron si para mí los primeros en eso de compartir. El dice que le agrada como trato a su mujer y ella dice que le gusta tener de ves en cuando esas sensaciones de una buena polla taladrándola.
Así fue que aceptada la nueva pareja, nos encontramos en una confitería céntrica.
Iba yo con mi pantalón blanco y chaqueta azul, camino hacia mi cita cuando me distraje mirando un trasero de esos que te hacen vibrar los pendejos de los cojones como para que comience a pararse la pinga. Aquel culo en movimiento, detrás de la delgada tela de un pantalón de buen precio, siguió delante de mí justo, justo y precisamente para entrar a la confitería donde yo tenía mi cita.
Pensé en olvidar mi cita, pero no podía fallarle a mi amiga Yamila, entonces, mientras perdía de vista aquel bombón me dirigí a la barra, donde la pareja a debutar se me presentaría, si es que estaban de acuerdo en aceptarme por mi “pinta”.
Salude al barman, pedí uno a las rocas, pensé en girar y recorrer el lugar con la mirada buscando aquello que me había sobreexcitado, pero no tuve tiempo.
- Hola Simón, veo que eres puntual.
- Hola, supongo que tu eres Juancho.
- Exacto, amigo, el mismo que viste y calza.
- Pues tú dirás en que puedo servirte.
- No, no, amigo, a mi no me tienes que servir…. Jejeje, es a mi Mercedes, con el aval, la presencia y quizás participación de su hombre, que soy yo. Ya me aclaro nuestra común amiga que tu eres hetero al igual que yo. Ven conmigo que mi señora también vino a la cita.
Caramba, rayos y recorcholis !!!, seguí a Juancho, hasta la mesa donde estaba sentadita aquella diosa que me había impactado por su hermoso trasero ¡!!!! No podía caber en mi. No debía cometer errores y dejar escapar aquel manjar que prometía ser Mercedes.
La amplia sonrisa de ella me trajo tranquilidad, sus perfectos dientes blancos, me pintaron una mujer coqueta y cuidada, su escote dejaba sin aliento a quien quisiera imaginar lo que continuaba debajo de la blusa. Claramente tenía unos pechos en concordancia con aquel culito que mi vista ya había gozado.
Me explicaron una y otra vez, sus intenciones e inexperiencias, y yo una y otra vez mi experiencia con mujeres y mi corta trayectoria como par tener de tríos matrimoniales.
Así llegamos a la segunda cita y entrevista.
La tercera vez que me llamo Juancho, para acordar un nuevo encuentro de acercamiento, fui algo atrevido…..
- Mira Juancho, te voy a ser sincero……yo ya los conozco lo suficiente y ustedes a mi también, y en vista que yo ya estoy muy, pero muy caliente con tu mujer, preferiría no seguir masoqueandome, y optar por definir o dejarlo en el recuerdo.
- Pues precisamente eso, quería decirte….. Mercedes quiere y sueña con que le hagas lo que le haces a su amiga y yo quiero verlo y sentir que lo doy lo mejor.
- Entonces?.
- Te esperamos en casa, tipo 22 horas. Ok.
- Ok, Juancho, allí estaré amigo.
Corte y llame a Yamila, quien me conto lo que había hablado en estos días con Mercedes y todo lo que esta estaba esperando de mi….. Que era precisamente lo que yo estaba con ganas de darle….. Una espectacular cogida.